La elección del sistema de refrigeración es una de las decisiones más importantes para cualquier entusiasta del PC, ya sea un gamer, creador de contenido o usuario casual. AMD ha ganado reconocimiento no solo por sus CPUs competitivas sino también por incluir disipadores de stock que han mejorado notablemente en calidad y eficiencia en los últimos años. Sin embargo, muchos usuarios se plantean si vale la pena reemplazar estos disipadores OEM por soluciones aftermarket, con la promesa de mejores temperaturas, menor ruido y estética personalizada.
En este artículo analizaremos a fondo las diferencias entre los disipadores de stock AMD —principalmente las familias Wraith Stealth, Wraith Spire y Wraith Prism— y las soluciones aftermarket, evaluando desempeño térmico, coste, ruido, facilidad de instalación, estética y durabilidad. Además, ofreceremos recomendaciones específicas para distintos perfiles de usuario, ayudándote a decidir si merece la pena cambiar tu disipador de stock por uno aftermarket.
1. Línea actual de disipadores de stock AMD
AMD ha evolucionado mucho en cuanto a refrigeración por aire desde los viejos disipadores básicos. Actualmente ofrece tres modelos principales con sus CPUs Ryzen:
Wraith Stealth: Disipador básico incluido con CPUs de gama media-baja (por ejemplo Ryzen 5 5600X). Cuenta con un ventilador pequeño de 92 mm y una base de contacto sólida pero sin heatpipes visibles. Potencia térmica de diseño (TDP) soportada de hasta 65W.
Wraith Spire: De tamaño mediano, con ventilador de 92 mm pero con diseño mejorado que incluye heatpipes para mejorar la disipación. Incluido con CPUs Ryzen 7 de gama media (como el 3700X). Soporta hasta 95W TDP.
Wraith Prism: Tope de gama stock, con ventilador de 92 mm RGB, varios heatpipes de cobre y una base de contacto pulida. Equipado para CPUs de hasta 105W TDP, como Ryzen 9 3900X (en modelos específicos). Además destaca por su estética con iluminación RGB integrada.
Especificaciones clave
Modelo | Ventilador | Heatpipes | TDP Soportado | RGB | Precio aproximado (si se compra solo) |
---|---|---|---|---|---|
Wraith Stealth | 92 mm | No | 65 W | No | 15-20 € |
Wraith Spire | 92 mm | Sí | 95 W | No | 20-30 € |
Wraith Prism | 92 mm | Sí (cobre) | 105 W | Sí | 40-50 € |
2. Metodología de comparación de rendimiento
Para evaluar el desempeño, se suele usar:
Pruebas de temperatura bajo carga máxima con software como Prime95 o Cinebench para simular uso intensivo.
Medición de throttling térmico, observando si la CPU reduce frecuencia por sobrecalentamiento.
Monitoreo de temperaturas máximas y promedio con herramientas tipo HWMonitor o Ryzen Master.
Evaluación de ruido con sonómetros calibrados, midiendo decibelios a 50 cm.
Estos parámetros permiten comparar objetivamente cuán efectivo es cada disipador en mantener la CPU fresca y silenciosa.
3. Categorías de disipadores aftermarket
El mercado aftermarket ofrece tres grandes tipos de soluciones:
3.1. Disipadores por aire tipo torre
Son los más comunes y efectivos en relación precio/rendimiento. Usan un bloque de aluminio con heatpipes de cobre y uno o varios ventiladores grandes (120-140 mm) para maximizar flujo de aire.
Ejemplos destacados: Noctua NH-D15, be quiet! Dark Rock Pro 4, Cooler Master Hyper 212.
3.2. Disipadores low-profile (perfil bajo)
Diseñados para PCs compactos y HTPCs donde el espacio es limitado. Suelen tener ventiladores más pequeños y menos capacidad de disipación.
Ejemplos: Noctua NH-L9a, Cryorig C7.
3.3. Refrigeración líquida AIO (All In One)
Sistemas cerrados que circulan líquido refrigerante desde un bloque CPU a un radiador con ventiladores. Muy populares para overclocking y builds con estética llamativa.
Ejemplos: Corsair H100i RGB, NZXT Kraken X63.
4. Análisis de costos y valor
Tipo de disipador | Rango de precio (€) | Valor por rendimiento |
---|---|---|
Wraith Stealth | Gratis con CPU / 15-20 € | Básico, suficiente para uso ligero |
Wraith Spire | Gratis con CPU / 20-30 € | Buen rendimiento para gama media |
Wraith Prism | Gratis con CPU / 40-50 € | Excelente para gama media-alta, con RGB |
Torre aire aftermarket | 40-100 € | Mejor rendimiento térmico y acústico |
Perfil bajo aftermarket | 30-60 € | Útil para espacios reducidos, rendimiento moderado |
AIO líquida aftermarket | 90-180 € | Máximo rendimiento, estética y capacidad de OC |
El coste adicional de un disipador aftermarket puede ir desde 30€ para una mejora sencilla hasta 150€ o más para soluciones líquidas premium.
5. Complejidad de instalación y compatibilidad
Disipadores AMD stock: Instalación plug-and-play, compatible al 100% con sockets AM4/AM5 sin necesidad de adaptadores.
Aftermarket aire: Requiere montar backplate y clips. Algunos modelos pueden ser voluminosos, complicando la instalación en cajas compactas o interferir con módulos RAM altos.
AIO líquida: Instalación más compleja, implica montar radiador y gestionar tubos. Mayor riesgo para usuarios novatos, aunque la mayoría vienen con kits universales para AM4.
6. Rendimiento acústico y nivel de ruido
Wraith Stealth: Aproximadamente 30-35 dBA bajo carga, se percibe como un ventilador audible y algo ruidoso.
Wraith Spire: Entre 30-38 dBA, mejora térmica con un leve aumento en ruido.
Wraith Prism: 28-36 dBA, ventilador PWM que regula bien velocidad, aunque a máxima carga puede ser molesto.
Aftermarket aire: Modelos premium bajan ruido a 20-25 dBA con mejor disipación térmica.
AIO líquida: Variable según bomba y ventiladores; en general 20-30 dBA con mejores picos térmicos controlados.
7. Consideraciones estéticas
Los disipadores stock Wraith Prism incorporan iluminación RGB que puede sincronizarse con la placa base, pero el diseño es estándar.
Aftermarket ofrece opciones con RGB personalizable, ventiladores silenciosos con LEDs y diseños más atractivos que complementan builds gaming y modding.
Disipadores low-profile y AIO pueden integrarse mejor en PCs compactos o con estética limpia y moderna.
8. Consumo energético y eficiencia
El consumo directo del ventilador es bajo en ambos casos, pero los aftermarket suelen incorporar ventiladores PWM que ajustan velocidad para optimizar consumo.
Sistemas AIO agregan consumo de bomba (~3-5W).
La mejor refrigeración mejora eficiencia térmica del procesador y puede evitar consumos extra por throttling o picos térmicos.
9. Durabilidad y fiabilidad
Los disipadores AMD stock ofrecen una vida útil acorde con el ciclo del CPU (~5-7 años), ventiladores de calidad media.
Aftermarket premium usan ventiladores de mayor calidad, cojinetes fluidos o de doble bola, prolongando la vida útil.
AIO requieren mantenimiento eventual o sustitución tras 3-5 años por posible degradación del líquido y bomba.
10. Recomendaciones según perfil de usuario
Usuario casual y ofimática
Recomendación: Wraith Stealth o Spire. Suficiente para tareas diarias, navegación y multimedia sin ruido molesto ni altas temperaturas.
Jugadores ocasionales
Recomendación: Wraith Spire o Prism si se busca estética. Si presupuesto lo permite, un disipador aftermarket aire de gama media (50-70 €) para reducir ruido y bajar temperaturas en sesiones largas.
Gamers entusiastas y streamers
Recomendación: Disipadores aftermarket torre aire premium o AIO líquidas de 120-240 mm. Permiten mantener frecuencias elevadas, menor ruido y mayor durabilidad bajo cargas intensas.
Overclockers y creadores de contenido
Recomendación: Refrigeración líquida AIO de gama alta (240-360 mm) o disipadores torre de gran tamaño con múltiples heatpipes (Noctua NH-D15). Mantienen temperaturas bajas para estabilidad y vida útil del hardware.
11. Escenarios reales donde cambiar o no cambiar
Cuando no vale la pena cambiar
CPUs de baja potencia (<65W) donde el Wraith Stealth es suficiente.
Uso básico sin cargas largas o intensas.
Presupuesto ajustado o necesidad de máxima simplicidad.
Cuando sí vale la pena cambiar
CPUs con TDP altos (>95W) usados para gaming o edición.
Usuarios sensibles al ruido o que buscan silencio absoluto.
Builds con estética personalizada y RGB.
Overclocking o workloads sostenidos que exigen mayor disipación.
Conclusión
Los disipadores de stock AMD han evolucionado hasta convertirse en soluciones decentes para la mayoría de usuarios casuales y gamers moderados, especialmente el Wraith Spire y Prism. Ofrecen un equilibrio sólido en rendimiento, ruido y facilidad de uso a un coste nulo (vienen con el CPU).
No obstante, para entusiastas que demandan temperaturas más bajas, ruido mínimo y una estética destacada, invertir en un disipador aftermarket, ya sea por aire o líquido, puede marcar una gran diferencia en la experiencia de uso y la longevidad del sistema. El desembolso adicional se justifica especialmente en CPUs de alta gama, sistemas de overclocking o setups con exigencias térmicas y acústicas elevadas.
Finalmente, la decisión depende de tu perfil de uso, presupuesto y preferencias personales, pero ahora tienes un mapa claro para elegir con criterio y sacar el máximo provecho a tu plataforma AMD.