Un estudio de 2013 vincula a un mayor riesgo de desarrollar diabetes – un aumento de hasta un 22 por ciento – con beber una soda (dieta o regular) al día. Y la investigación adicional sugiere que los edulcorantes artificiales utilizados en refrescos de dieta en realidad puede volverse en contra de usted.
Refrescos de dieta pueden tener menos calorías que las versiones regulares, pero los edulcorantes artificiales pueden causar aumento de peso, y las personas que beben refresco de dieta cada día tienen una mayor circunferencia de la cintura de las personas que no consumen bebidas en la dieta.